Con el lema ‘Costes, importaciones y especulación arruinan nuestra producción’
Las organizaciones agrarias ASAJA y la Alianza UPA-COAG reunieron el 11 de octubre a 500 profesionales del campo de todas las provincias de Castilla y León, que protestaron frente a las puertas de la Delegación del Gobierno en Valladolid por la situación de ruina que soporta el sector cerealista.
En la pancarta se leía ‘Costes, importaciones y especulación arruinan nuestra producción‘, lema que -según los organizadores- resume “tres de los principales problemas que están descapitalizando a los agricultores”.
Para las Opa’s organizadoras, los altos costes de los insumos, la importación excesiva de cereales y la especulación de los intermediarios suponen una “amenaza cierta para la continuidad de un sector en una comunidad autónoma reconocida históricamente como el granero de España”.
Durante la concentración, que comenzó a las 12 de la mañana, se han derramado varios sacos de trigo, para subrayar “el sinsentido de que hoy un saco de abono valga más que lo que nos pagan por tres de trigo”, como denunció el presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo.
Razones
Según las OPA’s convocantes, las razones de la crisis son:
- El elevado coste de los insumos o factores de producción (fertilizantes, semillas, fitosanitarios, energía, etc.).
- Un mercado devaluado por el efecto de importaciones masivas de cereal ucraniano.
- La especulación de operadores que utilizan éstas para bajar los precios a las producciones locales sin que, por el contrario, los ganaderos estén observando ningún abaratamiento en los piensos.
Las organizaciones agrarias advierten que son ya varias campañas consecutivas de números rojos para el sector cerealista, bien a causa de bajas cosechas por la sequía, bien por los disparados costes de producción, por el hundimiento de los precios o por la combinación de varias de ellas.
Esta situación sostenida de pérdidas está repercutiendo ya en un descenso de las siembras, que seguirá ampliándose esta campaña si los agricultores no reciben signos claros de que el cereal tiene futuro, para lo que son imprescindibles medidas concretas de apoyo por parte de los responsables políticos.
