El Informe de Impactos del Cambio Climático, publicado por la organización agraria COAG, prevé una serie de repercusiones en diferentes cultivos españoles que, en el caso del maíz, se centran en la menor producción y el aumento de las plagas debido a la subida de las temperaturas medias.
El informe destaca que, en el caso del maíz, una de las principales consecuencias del cambio climático es el posible aumento de la frecuencia y severidad de eventos climáticos extremos, como sequías y lluvias torrenciales, que podrían afectar negativamente a la producción del cultivo. Además, se señala que la reducción de la disponibilidad de agua y el aumento de la temperatura pueden hacer que el maíz sea más susceptible a plagas y enfermedades.
Las repercusiones más graves del cambio climático se prevén para el sur de Europa, donde el rendimiento podría disminuir hasta cerca de un 20% en regiones como Andalucía, con un calentamiento de 2 °C. Como se ve en la gráfica, aparte de Andalucía, la repercusión puede ser más importante en Aragón que en Castilla y León, región en donde no se aprecia disminución e, incluso, puede aumentar algo la producción.
Si se tienen en cuenta otros factores como las plagas, por ejemplo, Deutsch et al. 2018 concluyeron que un incremento de 2°C podría incrementar las pérdidas asociadas a estas plagas en un 60% en el caso del trigo y un 15% para el maíz en España, debido a que el calentamiento favorece el crecimiento de la población y la tasa metabólica de los insectos.
Desequilibrio en oferta y demanda
Por otro lado, el documento dice que es importante señalar que todos estos impactos podrían provocar desequilibrios entre oferta y demanda en el mercado mundial de cereales. Así, una caída de los rendimientos unida a la mayor demanda fruto del crecimiento de la población y de cambios en la dieta (FAO 2018), podría crear una escasez que incrementaría los precios y la volatilidad del mercado de cereales, muy sensibles a comportamientos especulativos. Por ejemplo, según Hristov et al. (2020), el cambio climático podría incrementar el precio de los cereales para 2050, entre un 3% en el caso del maíz. Estas significativas y abruptas alzas en los precios podrían aumentar la inseguridad alimentaria y un aumento de la inestabilidad política, social y económica, como ya se vio en 2008 y 2011, cuando incluso hubo disturbios relacionados con los alimentos en diversos países.
Prácticas agrícolas para minimizar daños
Por último, el informe destaca que es posible que la adaptación de las prácticas agrícolas a los efectos del cambio climático, como la implementación de técnicas de riego eficientes y la selección de semillas más resistentes, puedan minimizar los impactos negativos del cambio climático sobre el cultivo del maíz.
