Como dicen los agricultores, “no pinta bien” la campaña de maíz esta temporada en España y tampoco en Portugal debido a la sequía.
Mientras en Castilla y León la superficie se reducirá, sobre todo en las zonas donde no hay riego modernizado, en Aragón -donde la Confederación Hidrográfica del Ebro ha puesto muchas limitaciones al riego- sólo se prevé que finalmente se siembre 1/3 de la media, unas 30.000 hectáreas.
Según José Antonio Turrado, secretario general de Asaja León, aún faltan unas 5.000 hectáreas por sembrar de maíz en la zona que va desde la capital leonesa hasta la localidad zamorana de Benavente, una zona donde el riego modernizado aún está por desarrollarse. No obstante, Turrado tiene la esperanza que con las lluvias caídas el último fin de semana de mayo se alcancen las 80.000 hectáreas de maíz que inicialmente había previsto para la provincia leonesa. Una cifra mayor que la de la campaña pasada y que puede resultar paradójica en un contexto nacional donde prima la reducción de superficies generalizadas en los cereales.
Con respecto a las 75.000 hectáreas ya sembradas, el dirigente agrario apunta que, debido ala falta de lluvias que ayuden al regadío, la nascencia del cereal es peor que en años anteriores, con menos plantas por hectárea. No obstante, añade que la productividad final se puede recuperar si en las próximas semanas hubiera buenas precipitaciones. Asimismo, José Antonio Turrado lamenta que se haya tenido que aplicar más agua de la necesaria para dar riegos que permitieran la siembra del maíz y espera que esa agua consumida ya no se tenga que echar de menos en el remate del ciclo de la planta.
Por su lado, Javier Folch, director de Asaja Huesca, informa que, con las dotaciones mínimas que tienen los agricultores maiceros, esta campaña sólo da para sembrar 1/4 de la superficie normal de Aragón, es decir, se dejan en barbecho tres de cada cuatro hectáreas para que una hectárea de maíz pueda recibir el riego que necesita. En total, Folch calcula que en toda la región se sembrarán 30.000 hectáreas, cuando la media ronda las 90.000 hectáreas. En Aragón y en Cataluña ya está todo el maíz sembrado ya que, debido a la sequía -que ha restringido mucho el riego desde abril en las dos principales comunidades de regantes, la de Aragón y Cataluña y la del Alto Aragón-, no se prevé que se puedan sembrar más hectáreas de segunda cosecha, como era habitual en muchas hectáreas de la Comunidad aragonesa y en la zona maicera limítrofe de Lleida.