La ONU traza un plan de recuperación humanitario y de cultivos tras la destrucción de la presa en Ucrania

Tras la destrucción de la presa de Kajovka este pasado martes, los planes de ayuda a la población ucraniana se centran en salvar a la gente “de inmediato”, declaró Martin Griffiths, coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas (ONU).

“Tenemos que centrarnos en una respuesta de emergencia inmediata”, afirmó Martin Griffiths que delineó un plan de tres fases para ayudar a todos los ucranianos afectados por la explosión de la represa. “Tenemos que salvar a la gente y llevarla a lugares donde estén a salvo y puedan comer, y conseguir agua potable”.

Las tres fases del plan de respuesta

Las prioridades de la primera fase durante los próximos días serán seguir rescatando personas y entregando suministros médicos y ayuda alimentaria, incluyendo a los barcos operados por el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

La segunda etapa se centrará en la atención a las personas más necesitadas, incluidas las 700.000 que actualmente carecen de agua potable, prestándoles la ayuda necesaria para su subsistencia.

La evaluación de las repercusiones medioambientales y económicas formará parte de la tercera fase. Griffiths destacó que este puede ser el “golpe más duro” para los ucranianos y el sur global de Ucrania porque sin duda repercutirá a la seguridad alimentaria, ya que afectará al ‘granero’ ucraniano, especialmente a las zonas donde se cultiva maíz, trigo y girasol. Cabe recordar que antes del conflicto con Rusia, Ucrania era uno de los principales productores y exportadores mundiales de cereales y que, incluso tras la guerra y a través del Programa Mundial de Alimentos, sigue exportando importantes cantidades de maíz -principalmente- y trigo, siendo España el segundo receptor de estas exportaciones, sólo por detrás de China.

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