En la reunión del grupo de normativa de ENESA del pasado 31 de julio se aprobó la propuesta de Agroseguro para la subida de un 30% de media en la línea del seguro de herbáceos extensivos para la campaña 2024, con la oposición de todo el sector (Cooperativas Agro-alimentarias y OPAs), y de la mayoría de las Comunidades Autónomas participantes.
La propuesta de subida de tasas de Agroseguro, que contó con el apoyo de ENESA, del Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) y de la Dirección General de Seguros, (DGS), supone un incremento del 30% de media en toda la línea; pero representa más para el secano, un 42%, en los módulos afectados por la revisión de tasas (módulos 1 y 2 en secano).
La terrible sequía de esta campaña 2023 es el motivo por el que se incrementan las tasas de forma tan importante, ya que se prevén indemnizaciones por un valor de 455 millones de euros solo para los cultivos herbáceos extensivos.
Sin embargo, aunque desde Cooperativas Agro-alimentarias de España apuestan por la sostenibilidad del seguro, y reconocen el imprescindible papel que tiene todavía más en esta realidad climática, entienden que el equilibrio de ésta y de todas las líneas del sistema no puede alcanzarse en un solo año y debería hacerse de forma paulatina en, al menos, dos años, tal y como hemos venido proponiendo en los grupos de trabajo de ENESA.
Según la asociación cooperativa, esta subida de tasas puede provocar una espantada de asegurados para los que sea inasumible el pago de la póliza de la próxima cosecha, pues en algunas comarcas el alza de la tasa es del 100% respecto al año pasado y, además, viniendo de un año sin apenas producción cosechada.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias de España recuerdan que han solicitado -sin éxito- en todos los foros en los que han participado, prudencia absoluta de cara a modificar el seguro de cultivos herbáceos extensivos, ya que es el primer seguro en cuanto a primas (supone casi el 25% del recibo de prima de las líneas agrícolas) y el nivel de implantación alcanza el 68,38% en cuanto a superficie asegurada respecto a la cultivada.
El impacto de los cambios y su repercusión debía analizarse con mucha cautela, ya que, además de ser el primer seguro puesto en marcha en el SSAC, se extiende por todos los territorios y Comunidades protegiendo a unos cultivos que son base de la alimentación humana y animal. Además, ante un escenario de sequía y con los costes de producción desbordados, incrementar las primas del seguro un 30%, es un despropósito, máxime considerando que este cálculo se ha hecho sin estar cerrada la campaña.
Una vez más, las Administraciones y Agroseguro olvidan que el seguro es un instrumento de política agraria que actúa de “salvavidas” en caso de siniestro.