Los países americanos son mucho más permisivos con sustancias activas que están prohibidas en Europa
Ante la última fase de negociación del acuerdo UE-Mercosur, con un anexo sobre medidas medioambientales -entre ellas las agrarias-, Unión de Uniones reclama a los negociadores europeos altura de miras y coherencia con la política ambiental europea.
La organización destaca que, según la prensa, pues no parece haber trascendido información oficial en los últimos meses al respecto, el objetivo de las partes sería concluir las negociaciones antes de finales de año. En concreto, lo que parece estar sobre la mesa de negociación es el Instrumento Conjunto adicional sobre sostenibilidad.
Unión de Uniones considera que este anexo es importante y debería estar acompañado de un régimen sancionador por incumplimientos para poder frenar la competencia desleal de los productos importados, de la que la Comisión Europea sería cómplice si renuncia a ello.
La organización critica, sin embargo, que este instrumento sobre la sostenibilidad está siendo negociado de manera opaca hacia los productores, que serían los grandes perdedores del acuerdo, sin saber hasta qué punto se recogen las verdaderas exigencias equivalentes. Preocupan los objetivos e indicadores vinculantes, entre ellos, desde el punto de vista climático, ambiental, laboral y social, de bienestar animal, uso de antibióticos y medicamentos o fitosanitarios.
Asimismo, ante este documento, los países de Mercosur estarían demostrando su disconformidad amenazando, incluso, con retirarse del acuerdo, por lo que Unión de Uniones teme que los negociadores europeos, respondiendo a estas presiones americanas, acaben por rebajar sus exigencias medioambientales y que se queden solo en cuestiones estéticas.
A nivel ambiental, ligado a la salud pública, la organización ya se hizo eco de las desigualdades entre las exigencias a los productores de las dos diferentes partes del acuerdo, siendo mucho más permisivos los países de Mercosur. Así, de un total de 508 sustancias fitosanitarias revisadas por EHN.org, el 44% de ellas estaban prohibidas o en proceso de estarlo en la UE, mientras que en Brasil solo el 14% tenían esa consideración. Si se adoptan las exigencias del objetivo de reducción de fitosanitarios y sustancias activas de la ‘Estrategia de la Granja a la Mesa’, se incrementarían las sustancias prohibidas de forma importante en los países americanos.
La Comisión Europea debe activar las cláusulas espejo
Unión de Uniones señala que la agricultura europea se aleja cada vez más de las condiciones de competitividad del resto de agriculturas del mundo, con unos estándares cada vez más altos en todos los aspectos de la producción y, por ende, en sus costes (reglamento de fitosanitarios, ley de restauración de la naturaleza, revisión de la legislación en materia de bienestar animal) y un largo etcétera de normativas ya aprobadas.
“Asegurar una coherencia entre lo que se exige para producir aquí, y lo que se exige para producir los alimentos que importamos es fundamental para no favorecer la competencia desleal”, afirman desde la organización. “El sector agrario europeo sólo puede aceptar un acuerdo que contemple unas cláusulas espejo que nos sitúen a todos en igualdad de condiciones”, concluyen.
Ministro de Exteriores español
“Uno de los grandes motivos por los cuales hay que culminar ya el acuerdo con Mercosur es porque es la mejor forma de que América Latina, todos esos países de Mercosur y de América Latina, entren para siempre y sin posibilidad de retroceso en la lucha contra el cambio climático”, afirmó el ministro español de Exteriores en funciones, José Manuel Albares, durante una sesión de la Delegación de la Eurocámara para la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (Eurolat).
Albares informó que, el pasado 14 de septiembre, los países de Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) enviaron una respuesta a la propuesta europea de anexo al acuerdo para blindar la lucha contra la deforestación y el respeto a los compromisos del Acuerdo de París contra el cambio climático. “Tenemos la suerte de tener en Brasil y, como presidente en estos momentos del Mercosur, al presidente Lula, que tiene un compromiso claro con los acuerdos de París y con la lucha del cambio climático. Pero mañana podría venir otra persona que fuera un negacionista”, comentó el ministro español en funciones.
Por su parte, el presidente paraguayo, Santiago Peña, afirmó que, si no se concluye el acuerdo antes del 6 de diciembre, el bloque sudamericano se retirará y comenzará a negociar con países asiáticos.
El ministro español se refirió a la necesidad no solo de firmar el acuerdo con el Mercosur sino, también, con Chile y México, ambos pendientes de ratificación, y confía en “que no se pierda el impulso político” y que el bloque europeo relance otras cumbres con los socios estratégicos de la región, Brasil y México.