TODOMAIZ entrevista a Ángel González Quintanilla, presidente saliente de FERDUERO
Ángel González Quintanilla, hasta el 31 de octubre presidente de la Federación de Comunidades de Regantes del Duero (Ferduero), habla para TODOMAIZ justo antes de ceder el testigo de la federación tras 15 años a Eloy Báilez, secretario de la CR del Páramo Alto. González Quintanilla también deja el cargo de presidente del Sindicato Central del Embalse de Barrios de Luna, que ostenta desde 2003, haciendo un llamamiento a incrementar la capacidad reguladora de la cuenca del Duero, que sólo tiene capacidad para almacenar el 31% del agua que recibe por aportaciones naturales.
TODOMAIZ.- ¿Qué balance hace de su etapa como presidente de Ferduero desde 2008? ¿Cuáles son los logros de los que está más orgulloso?
Ángel González Quintanilla.- En principio fue un logro la propia creación de Ferduero, después de luchar para que los regantes tuviéramos más peso en la Confederación hidrográfica del Duero (CHD). Después de varios años de luchar para aprobar los Estatutos de constitución, se consiguió crear Ferduero en 2008 sumando unas 130.000 hectáreas entre las comunidades de regantes (CCRR) asociadas, que dejaron de ser “repúblicas independientes” para unirse y ganar peso como federación. Ahora, 15 años después las CCRR integradas en Ferduero suman más de 255.000 hectáreas, casi el doble. Al principio queríamos que los regantes tuviéramos más representación en la CHD y conseguimos estar en los órganos de decisión y, después, también más representación en la federación nacional Fenacore y he sido vicepresidente 8 años, cuatro más de los que correspondía porque es un cargo rotatorio entre las cuencas.
Pero, sobre todo, me siento orgulloso de haber contribuido a modernizar el riego en muchos miles de hectáreas en la cuenca del Duero, más de 80.000 hectáreas en Castilla y León en estos años. Siempre he tenido buenas relaciones con el Ministerio de Agricultura (MAPA) y recuerdo los primeros años en los que, junto a Ángel Ballesteros -entonces director general de Seiasa-, íbamos por las localidades de las zonas de riego de la cuenca -a veces dos charlas al día- animando a que tomaran la decisión de modernizar, muchas lo decidieron pronto y otras tardaron más en darse cuenta de las ventajas.
“Me siento orgulloso de haber contribuido a modernizar el riego en muchos miles de hectáreas en la cuenca del Duero”
(Quintanilla)
-Ahora que ha dejado la vicepresidencia de Fenacore y deja también la presidencia de Ferduero, ¿cómo queda la representación de una cuenca tan importante como la del Duero en la federación nacional?
-A pesar de que deje la presidencia de Ferduero, los cargos en la Federación Nacional de CCRR (Fenacore) se mantienen. Es decir, seguiremos teniendo el puesto de vocal en la Junta Directiva y en la Junta General de Ferduero, seguiremos ostentando la representación de la cuenca del Duero en la Comisión Permanente, de la que somos miembros natos, que es la que debate y analiza todo lo relacionado la defensa de los problemas de cada cuenca. Debido a esto, también tenemos la representación de la Demarcación del Duero en el Consejo Nacional del Agua y en la Mesa del Regadío. Por dicha Comisión Permanente pasa la preparación de todos los asuntos que van a ser elevados a la Junta Directiva y la Junta General, así como la preparación de las reuniones a mantener con distintos representantes de la Administración General del Estado: ministros, secretarios de Estado, directores generales, etc.
Hechos e incumplimientos de los Planes Hidrológicos
-¿Qué promesas u objetivos de anteriores Planes Hidrológicos se han cumplido desde que accedió a la presidencia de Ferduero?
-En los Planes Hidrológicos llevamos pidiendo desde el 2001 la regulación del Órbigo, ya que el embalse de Barrios de Luna se creó para regar 45.000 hectáreas, pero desde que se desechó la construcción del Embalse de Omaña hemos pasado a regar 53.000 hectáreas, a lo que habría que sumar el abastecimiento humano y el respeto a unos caudales ecológicos continuamente en alza, con lo que está totalmente claro que el embalse no tiene capacidad para satisfacer todas las necesidades. Después de tanto tiempo de espera parece que el proyecto de regulación del Órbigo empieza a tomar cuerpo y esperamos ver cumplidas nuestras reivindicaciones. Lo mismo esperamos del proyecto de regulación lateral del Carrión con las balsas de Las Cuezas, absolutamente necesarias para mitigar el déficit crónico de dicho sistema de explotación.
En cuanto a otros temas, se ha hecho una concentración de caudales ecológicos y se están respetando, sin tocar el régimen económico-financiero; en el tema de las aguas subterráneas hemos trabajado con la CHD para facilitar la creación de las CUAS y que se eliminen los peajes a la hora de abordar una trasmisión de derechos o una modificación de características y que se siga respete en las campañas de riego las dotaciones que aprueba la Comisión de Desembalse para cada sistema de explotación.
-¿Qué promesas o acuerdos están por realizar o se han quedado en papel mojado y cree que son importantes?
-Seguimos demandando que se cumpla todo lo prometido en la modernización de los regadíos, porque aún quedan muchas hectáreas por modernizar. Es algo que se nos antoja totalmente necesario para que los jóvenes se queden en la agricultura y se frene la despoblación de las zonas rurales.
Además, hay que incrementar la regulación porque en el Duero tan solo tenemos capacidad para embalsar el 31% del agua de la aportación natural, cuando hay cuencas en España con capacidad de más del 200%. Por si esto fuera poco, nuestros embalses son de tipo anual y esto implica que, para asegurar los riegos, dichos embalses tienen que estar por encima del 85% de su capacidad para poder cubrir las necesidades de los cultivos de cada campaña, dependiendo de la climatología, claro.
-¿Qué objetivos o proyectos le gustaría que se consiguieran en la cuenca del Duero a medio plazo?
- Primero, que se busque un equilibrio entre la consecución de los objetivos ambientales y la rentabilidad económica de la actividad agraria, para que los profesionales del campo puedan vivir de su trabajo.
- Segundo, relacionado con los objetivos ambientales, me gustaría que se empiece a valorar lo que supone detraer agua de los embalses para poder cumplir con los caudales ecológicos. Los usuarios somos los que asumimos los costes de poner esas aguas a disposición, pero el beneficiario es toda la sociedad (mantenimiento de la biodiversidad, usos recreativos, pesca, etc). Creo que es el momento de volver a abrir este debate y que cada beneficiario asuma el coste que le corresponde.
- Tercero, que los proyectos de modernización no se alarguen en el tiempo y los podamos ver culminados, para dotarlos de todas las tecnologías acordes a los tiempos que nos toca vivir.
- Y cuarto, que los proyectos de regulación se tomen en serio, ya que no solo son necesarios en el área mediterránea. Los datos no engañan, vaticinan una bajada de las aportaciones y que los períodos de acusada sequía se van desplazando cada vez más al norte. Las Administraciones con competencias en la gestión del agua se deben marcar como objetivo en la Demarcación del Duero pasar del 31 al 50% de capacidad de regulación de las aportaciones naturales de la cuenca.
Actualidad de los regadíos
– Hay una resolución que obliga al Gobierno a implantar la doble tarifa eléctrica, ¿cree que se implantará de cara a 2024? ¿Qué ahorro podría significar a nivel nacional y en el Duero?
-En estos momentos podemos modificar todos los meses las potencias a contratar, siendo lógicamente más elevadas en la época de riego y bajándose fuera de la misma, siempre en función de las necesidades. Esta regulación dejará de ser efectiva a partir del 31 de marzo de 2024, por lo que estamos a la espera de ver si el Gobierno que se forme cumple con lo estipulado en la sentencia del Supremo promovida por la demanda de Unión de Uniones por haber incumplido lo regulado en la Disposición final cuadragésima quinta de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021 que obligaba al Gobierno a establecer reglamentariamente antes de 6 meses una modalidad de contrato de acceso para regadío con la posibilidad de disponer de dos potencias diferentes a lo largo de 12 meses, en función de la necesidad de suministro para dicha actividad. Si al final esto se hace efectivo, el ahorro estimado sería superior al 20%, ya que se podría discriminar época de riego y época de no riego y actualmente el término de potencia representa casi la mitad de la factura.
-¿Cómo cree que afectaría a la actual contratación de las CCRR? ¿Aumentaría la contratación fija o se incrementaría la contratación diaria?
-La posibilidad de modificar dos veces las potencias a lo largo de 12 meses no trae como consecuencia incrementar la contratación a un precio fijo o hacerlo en indexado. En este aspecto influye más la volatilidad del mercado, la dificultad para realizar compras a futuros en el OMIP donde se registra una escasa liquidez y el hecho de que las Comunidades de regantes puedan sentirse más cómodas con una u otra modalidad. En estos momentos, una parte importante de las Comunidades de Ferduero se han ido a una contratación a precio fijo y un plazo largo debido a la inseguridad que ofrece el mercado diario, aunque a unos valores muy alejados a lo que estábamos acostumbrados. Sin embargo, en el año 2023 han salido ganando las que tenían un contrato indexado, pero no sabemos lo que va a pasar en el futuro.
-Hace ya unos años se habló mucho de la contratación diaria y muchas CCRR optaron por ese tipo de contratación. ¿Cómo ha evolucionado estos últimos años la contratación fija y la diaria?
-La contratación diaria era una muy buena opción antes, cuando en los mercados había cierta estabilidad y liquidez, pudiendo comprar energía en la modalidad de indexado. En Ferduero durante mucho tiempo se compraban volúmenes de energía a futuro, y contaba con un grupo de compra conjunta de la energía, con el asesoramiento de un Grupo de Trabajo formado por técnicos de algunas de las Comunidades afectadas. En la actualidad, el grupo ha quedado un poco en el aire debido a que muchas de esas Entidades han firmado contratos a precio fijo para los 4 o 5 siguientes años.
Excepción ibérica
-¿Cómo afectó a la contratación eléctrica en regadío la ‘excepción ibérica’?
-En concreto, en términos de factura ha supuesto un ahorro aproximado del 15% en el recibo, hasta finales de febrero de 2023, momento en el que ya no se ha tenido que aplicar. Entre el 15 de junio de 2022 y el 26 de febrero de 2023, el coste medio del mercado mayorista fue de 184,05 euros por megavatio hora (MWh), coste un 17,6% inferior a los 223,29 euros a los que se hubiera elevado de no existir la excepción ibérica.
-El Gobierno promulgó el PERTE para, entre otras cosas, la digitalización de las explotaciones o comunidades de regantes. ¿Qué ayudas se pueden solicitar relacionadas con el riego? ¿Qué papel juega o puede jugar Fenacore o Ferduero en la solicitud de ayudas para dicho Plan? ¿Puede Ferduero solicitar las ayudas para las CCRR asociadas o son las CCRR las que deben solicitar las ayudas?
-El tema del PERTE es muy importante para mejorar en la digitalización de todas las Comunidades de Regantes. Desde Fenacore y Ferduero se ha trabajado mucho en la preparación de estos planes y en mejorar la financiación y las condiciones a cumplir para que todas las CCRR puedan acogerse a ellos según sus necesidades. Todas las soluciones que ofrece el PERTE son aplicables a las Comunidades de Regantes y entre más opciones se integren en el proyecto a presentar, más posibilidades tendrá de que resulte elegido. Se prevé que haya muchas solicitudes para esta primera convocatoria, por lo que los 100 M€ de presupuesto se pueden quedar muy cortos. Esta prevista una nueva convocatoria por importe de otros 100 M€, aunque todo depende de la constitución del Nuevo Gobierno.
En principio, Ferduero y Fenacore no son beneficiarios directos de las ayudas, pero pueden coordinar la presentación de proyectos conjuntos de diferentes Entidades para poder llegar a los 100.000 €, que es la cuantía mínima exigida para poder acceder a las subvenciones.
-¿Qué queda por modernizar o poner en regadío de esos planes en el Duero?
-De las modernizaciones que ya están aprobadas en las Asambleas de las Comunidades, tenemos más de 50.000 ha pendientes de modernizar. Por ejemplo, en el Carrión ya hay proyectos en marcha, pero tenemos muy poco modernizado. Y por todas las provincias tenemos obras en construcción, otras en proyecto y muchas a la espera de dinero de las distintas Administraciones para que dichas obras sean encomendadas, pero la espera se hace larga. En cuanto a la transformación en regadíos, tenemos dos grandes zonas en el Duero, Payuelos y La Armuña, que esperamos ver pronto culminadas, ya que su desarrollo se ha alargado mucho en el tiempo.
Balsas en el Órbigo (León) y Las Cuezas (Palencia)
-¿Cómo valora los objetivos del nuevo Plan Hidrológico del Duero (2022-27) y qué se ha podido hacer hasta la fecha?
-El vigente Plan Hidrológico de la Parte Española de la Demarcación Hidrográfica del Duero llegará hasta el año 2027. Dentro del Programa de Medidas figuran las balsas del Órbigo en León y las Cuezas en Palencia, así como inversiones en la reforma y mejora de las infraestructuras de explotación existentes. Esperemos que el cumplimiento de dicho Programa de Medidas se aproxime más a la realidad de lo que hemos visto en planes anteriores y siga adelante y, dependiendo del resultado, en 2027 cuando se afronte su revisión, podamos juzgar.
-¿Cómo está el desarrollo de las balsas/embalses proyectados en el Órbigo y en las Cuezas?
-El anteproyecto de las balsas de las Cuezas en el Carrión se encuentra en el trámite de Declaración de Impacto Ambiental (DIA), mientras que las del Órbigo, después de pasar la DIA en mayo de 2018 y tras un largo parón, se está realizando el proyecto.
-En el sur del Duero, ¿hay algún proyecto que tenga opciones de éxito?
-Uno de los temas que se han barajado, aunque no figura en el Plan Hidrológico, es el posible recrecimiento de la Presa de Santa Teresa, en el Tormes, para garantizar los regadíos dependientes del mismo y aliviar algunas zonas de aguas subterráneas en riesgo de sobrexplotación. Con este mismo fin, se habla de la construcción de balsas laterales en la zona de Tordesillas, pero se trata solo de propuestas sin que haya ningún proyecto en firme. La constitución de CUAS, de las que ya se ha hablado con anterioridad, también pueden mejorar la situación de las aguas subterráneas en el centro y sur de la cuenca.
Comunidades de Aguas Subterráneas (CUAS)
-¿Ferduero tiene algún papel en el desarrollo y organización de las CUAS? ¿Considera que debería tener más protagonismo?
-Ferduero participó activamente en la campaña “El agua que no se ve”, para la que la Confederación organizó una serie de charlas desarrolladas en El Carpio, Tordesillas, Medina del Campo y Cuéllar, con el fin de impulsar estas Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas en los cuatro acuíferos importantes en los que se ha dividido la cuenca. Allí nos pusimos a disposición de los regantes para lo que les pudiésemos ayudar, tanto en el proceso de constitución, como una vez constituidas. Ya tenemos asociadas alguna de las existentes, como es el caso del Carracillo o la Cubeta de Santiuste.
-¿Está afectando negativamente la nueva normativa autonómica sobre las zonas vulnerables por contaminación de nitratos? ¿Dónde está afectando más y en qué se ha notado?
-Dicha normativa tiene que tener un desarrollo que veremos hasta dónde llega y como nos va a afectar. En las alegaciones al plan Hidrológico de la Demarcación insistimos en que se deben hacer estudios que separen las fuentes de contaminación difusa, para saber realmente cuál es de origen agrario y como se puede eliminar o mejorar.
-¿Se han detectado disminución de productividad en alguna zona maicera por las restricciones?
-De momento, es pronto para saber la afección que puede tener en la agricultura y poder cuantificar su impacto.
