Es una de las conclusiones sacadas de la Jornada ‘Riego del maíz’ celebrada en León
La Federación de Comunidades de Regantes del Duero (Ferduero) y Todomaiz organizaron una gran Jornada sobre ‘Riego del maíz’ el 12 de diciembre en Santa María del Páramo (León), con el patrocinio principal de Reolum y la colaboración de Abanca Agro.
El alto nivel de los ponentes bien valió el esfuerzo de los numerosos agricultores que se dieron cita en el encuentro, entre otras cosas, para resolver sus dudas sobre la PAC y los precios del maíz en 2024.
En primer lugar, tras la inauguración, Ángel María Gómez, director general de la PAC en la Junta de Castilla y León (JCyL), habló sobre ‘La nueva PAC en 2024’ y explicó que se aplicará la exigencia de rotación de cultivos porque es una premisa de la nueva Política Agraria Comunitaria, si se quieren cobrar todas las ayudas de la PAC. A pesar de que en el turno de preguntas los agricultores le solicitaron a Gómez flexibilidad en la aplicación de la norma, ya que no encuentran alternativas más rentables que el maíz, el director general sólo les pudo decir que la Junta presionará al Ministerio de Agricultura para que, como se hace con cultivos como el arroz, habilite alguna excepcionalidad a la rotación en el maíz de regadío.
Ayudas a la digitalización del riego
Posteriormente, Carlos González, técnico de Ferduero, informó sobre un tema que interesa mucho a las comunidades de regantes y a los regantes, como es el de las ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PERTE) a la digitalización del regadío. Son las ayudas de colaboración público-privada para proyectos estratégicos que contribuyan a la recuperación económica, como son la implantación de sistemas digitales de control volumétrico del agua, para el control del agua en el suelo o para instalar telecontrol, monitorización, fertirrigación o mejora de la eficiencia energética con sus sistemas de soporte (entre ellos los drones).
Proyecto ‘La Robla Green’
Antes de la pausa para el café, Fernando Fernandez de Bobadilla, director general de biomasa de la empresa Reolum, quien habló sobre el Proyecto ‘La Robla Green’. Se trata de una iniciativa que necesita unas 300.000 toneladas de restos de cosecha de maíz y otros cereales para producir energía eléctrica y térmica y, posteriormente, capturar el CO2 resultante para elaborar e-metanol.
La empresa firmará contratos por 10 años con los agricultores que les permitirá recoger los restos de cosecha -cuando se pueda entrar en las parcelas- y les remunerará por ello 30 euros/hectárea. Después, esa biomasa se almacenará y se utilizará para producir energías limpias en las plantas que construirá Reolum en la localidad leonesa de La Robla.
Reolum calcula que, aparte del pago directo, con la recogida de la caña del maíz, el agricultor se ahorra otros 74 euros/ha por diversos conceptos que se evitan al retirar los restos de cosecha. Por un lado, 12 euros/ha por la urea que necesitaría para descomponer la biomasa retirada, 50 euros/ha por los laboreos que se dejan de hacer y otros 2 euros/ha de ahorro en tratamientos fitosanitarios al eliminar reservorios de plagas.
El mercado pendiente del USDA de marzo
A continuación, Iván Álvarez, analista de los mercados de cereales de la empresa leonesa Asegrain, en la ponencia titulada ‘El mercado del maíz 2023/24’, explicó que los precios en las lonjas nacionales no dejan de caer debido al exceso de oferta internacional, ya que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) prevé para la campaña 2023/24 un exceso de oferta de 14 millones de toneladas respecto a la demanda. Al contrario, explicó Álvarez, la subida de 100 euros/Tm en la campaña de 2022/23 se debió a la guerra en Ucrania y a que el USDA previó un déficit de oferta de 11 millones de toneladas respecto a la demanda.
A pesar de todo, de cara a 2024, el analista leonés espera que se recuperen moderadamente los precios del maíz, “pero nadie puede afirmarlo categóricamente”, ya que pueden suceder catástrofes imprevistas que alteren los mercados. No obstante, Iván Álvarez informó que siempre hay que estar atentos al informe de previsiones de cosecha del USDA del 31 de marzo, ya que es el principal indicador que marca los precios mundiales del maíz en cada campaña.
Riego con baja presión
Para concluir la jornada, el jefe de la Unidad de Proyectos del Instituto Tecnológico Agrario (ITACYL), Onésimo del Río, aportó los datos de tres campañas de ensayos realizados por el instituto con riego a baja presión en cultivos como maíz, patatas y remolacha.
De los resultados, obtenidos en parcelas de agricultores colaboradores y en situación de cultivo real, se desprende que la producción del maíz con riego a baja presión con 2 kilos/cm2 es similar e, incluso, algo superior a la obtenida con un sistema de riego con presión normal de 3’5 kilos/cm2.
En sus conclusiones, Del Río manifestó que es importante que, en el diseño de las parcelas de ensayo, la presión media sea de 2 kg/cm2. Para ello, señala, “la experiencia obtenida al instalar reguladores de presión individuales ha sido muy positiva, ya que se ha asegurado esa presión en todos y cada uno de los porta-aspersores donde se han instalado”.
La grabación de la jornada se puede ver en el enlace de YouTube: https://youtu.be/KqIV61cENKA
