Los maiceros ibéricos defenderán sus intereses con una plataforma

Así se destaca en las conclusiones del III Congreso Ibérico del Maíz celebrado recientemente en Lisboa

El III Congreso Ibérico del Maíz reunió en Lisboa, los días 21 y 22 de febrero, a más de 650 participantes de Portugal y España, organizado por las asociaciones ANPROMIS de Portugal y AGPME de España.

En él, un panel de 35 prestigiosos ponentes que reafirmaron la importancia del cultivo del maíz en la agricultura de regadío del sur de Europa, contribuyendo a la creación de empleo, generar desarrollo socioeconómico y asentar la población en el territorio.

Las dos asociaciones acordaron crear una plataforma de diálogo que impulse las reivindicaciones de los maiceros de ambos países en los foros nacionales e internacionales. Principalmente, quieren que la UE adapte la PAC a los intereses de los agricultores y ganaderos.

Los cultivos de regadío -y concretamente el maíz- son cultivos que fijan población y generan riqueza, pero los productores exigen competir en igualdad de condiciones con terceros países. Por ello, como exigen los agricultores en las tractoradas, piden a la UE que aplique las ‘clausulas espejo‘ a las importaciones y que permita el uso de drones para las aplicaciones fitosanitarias o las Nuevas Técnicas Genóminas (NTG), que ya aplican en los principales países productores mundiales de maíz.

Conclusiones

Las principales conclusiones a las que se ha llegado en el III Congreso Ibérico del Maíz, son:

  1. El maíz es uno de los principales cultivos de regadío de la Península Ibérica, ocupando una superficie que ronda las 650 mil hectáreas (105.000 de ellas en Portugal).
  2. El III Congreso Ibérico del Maíz supuso otro paso muy importante para crear una plataforma de diálogo, intercambio de conocimientos y defensa conjunta de los intereses de los productores de maíz portugueses y españoles, tanto en los organismos nacionales como europeos.
  3. El maíz es reconocido como uno de los cultivos que mejor optimizan el uso de los factores de producción, ya sea agua o energía.
  4. El maíz producido en la Península Ibérica es reconocido por su calidad intrínseca y es de primordial importancia en la nutrición humana y animal de nuestros dos países.
  5. Los cultivos de regadío, y en concreto el maíz, contribuyen significativamente al asentamiento de poblaciones en el territorio rural de los países del sur de Europa, creando empleo, desarrollo socioeconómico y cohesión territorial.
  6. La importancia que tiene la agricultura de regadío en la conservación del paisaje ibérico y la ordenación de su territorio debe ser compensada mediante la creación de medidas medioambientales verdaderamente adaptadas a la realidad de nuestros dos países.
  7. Portugal y España deben defender la promoción del regadío de una forma desacomplejada, tanto a nivel nacional como europeo.
  8. Es imperativo que Portugal y España defiendan una revisión inmediata de la Política Agrícola Común, no sólo en Bruselas, sino también en su aplicación práctica en nuestros dos países, de lo contrario la competitividad de nuestros productores se verá irremediablemente comprometida.
  9. La Comisión Europea debe repensar seriamente las normas que impone a los agricultores europeos, particularmente en términos de la BCAA7 y la instalación de cultivos secundarios, teniendo en cuenta las especificidades de cada país.
  10. La producción europea de cereales no puede verse penalizada por la exclusión consecutiva de sustancias activas, poniendo en riesgo nuestra capacidad de producción y contribuyendo a la ausencia de herramientas de control de malezas que tanto impacto tienen en la producción europea, como es el caso de la Datura stramonium.
  11. Es completamente inaceptable que los productores europeos de maíz tengan que desarrollar su actividad bajo un conjunto de enormes restricciones e imposiciones, al mismo tiempo que permiten la importación de productos de terceros países, donde los estándares de calidad y seguridad alimentaria exigidos a sus agricultores son muy inferiores. que los requeridos en Europa. Según las asociaciones maiceras ibéricas, ¡esta distorsión de la competencia es, para los productores ibéricos, intolerable!
  12. La Unión Europea debe autorizar, sin miedos y complejos fundamentalistas, el cultivo de variedades desarrolladas mediante nuevas técnicas genómicas (NTG), lo que supone una oportunidad única para recuperar el liderazgo en materia de investigación en el campo de la biotecnología.
  13. Europa no puede permanecer aislada del mundo y debe permitir la aplicación de herbicidas y otros fitofármacos mediante el uso de drones, aplicando así estos productos sólo donde sean necesarios. Suponiendo que la Comisión Europea no haya abandonado todavía la plena aplicación del Pacto Ecológico Europeo, no aplicar estas medidas, entre otras, es declarar la muerte irremediable de la agricultura europea. Para los maiceros, esta es también la razón por la que los agricultores europeos tienen razón en sus acciones de protesta.
  14. La Comisión Europea y los ciudadanos europeos deben mirar su agricultura de otra manera, sin quitarle la capacidad de producir alimentos de forma sostenible, sin dogmas ecologistas, que no aportan nada a la sostenibilidad del territorio europeo.
  15. En un contexto de total inestabilidad e imprevisibilidad geopolítica global, la soberanía alimentaria, junto con la Defensa, constituye, para los países europeos, un objetivo estratégico. Corresponde a cada uno de los Estados miembros tomar las medidas necesarias para que este objetivo estratégico se convierta en una verdadera prioridad.
  16. El III Congreso Ibérico del Maíz, y la gran dinámica creada en torno al mismo, reconoce la importancia que juegan las Asociaciones y Organizaciones de Productores en el modelo agrícola europeo.

ANPROMIS y AGPME finalizan las conclusiones con la exclamación: ¡Juntos somos y seremos siempre más fuertes!

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