Con destino al proyecto de energías renovables La Robla Green
Reolum, empresa responsable del proyecto La Robla Green, ha llevado a cabo en Audanzas del Valle, en el término municipal de La Antigua (León), una demostración de recogida de restos de maíz.
Recordemos que Reolum levantará una planta de biomasa y otra de metanol verde en La Robla, y la base de proyecto es la recogida de resto de maíz y otros culticos para producir energía térmica, eléctrica y e-metanol.
El ensayo, al que ha acudido Rafael Sáez, director del Instituto Tecnológico Agrario se Castilla y León (Itacyl), sirve para que los agricultores, interesados en participar en el proyecto mediante la cesión de los restos de sus cosechas, puedan comprobar la efectividad de la maquinaria y la mejora que esta práctica puede suponer para sus explotaciones.
Asimismo, la paja recolectada se utilizará para la producción de energía y combustible verdes en una economía circular que permite dar valor medioambiental al cultivo del maíz. Esta dinámica podría llegar a ser susceptible de contemplarse en las medidas de la PAC como impacto positivo medioambiental del cultivo.
Se recoge el 60% de los restos
En la demostración se logró recolectar un 60% de los restos de cosecha presentes en el suelo, que suponen la fracción más gruesa. Eliminar la paja gruesa conllevará un ingreso de 30 euros/Tm para el agricultor, además de un ahorro de costes directos al facilitar la descomposición de los restos, la preparación del terreno y la siembra posterior.
Tras la recogida efectuada, la opinión de los agricultores es que se podría sembrar simplemente con la actuación de un cultivador y sin necesidad de enterrar la paja con una labor de vertedera, que implica un notable sobrecoste, además de algún perjuicio medioambiental, todo ello sin garantía de que la paja pudiera degradarse.
Esta práctica supone un valor añadido medioambiental al cultivo mitigando el 50% de su huella de carbono porque reduce las aportaciones de nitrógeno necesarias para la mineralización de la paja, especialmente la más gruesa, así como el uso de agroquímicos para el combate de araña roja y gusano gris de los que la paja es reservorio. Por la misma razón, reduce el riesgo de aparición de hongos en el grano que pudieran comprometer su calidad alimenticia.
Por otro lado, el 40% de los restos de cosecha que no se recolectan se corresponde con la fracción de paja más fina y es conveniente dejarlo en el propio terreno porque sirve para mantener los niveles de materia orgánica y mejorar la estructura del suelo.
Comienzo de la construcción a finales de año
Para Fernando Muñoz, presidente de Reolum, también presente en el evento, “la demostración confirma el buen funcionamiento de la maquinaria para la recogida de paja, manteniendo una fracción de la misma en el suelo y facilitando en gran medida la labor de siembra, que podría realizarse perfectamente a continuación. Son muchos los beneficios económicos y de ahorro de costes del cultivo con esta actuación, repercutiendo muy positivamente también desde el punto de vista medioambiental al reducir el uso de fertilizantes nitrogenados y de productos fitosanitarios como consecuencia de la eliminación de la paja. El proyecto avanza en la tramitación y esperamos iniciar la construcción a finales de este mismo año.”
Esta demostración supone un paso más en el desarrollo de La Robla Green, proyecto que integra dos instalaciones punteras que trabajan sinérgicamente: Roblum, primera planta de generación de energía verde con balance negativo en CO2, conseguido a partir de la combustión de biomasa de restos agrícolas, y La Robla Nueva Energía, la mayor planta de e-metanol verde de Europa en cuyas instalaciones el CO₂ extraído de la planta de biomasa se mezcla con el hidrógeno verde producido mediante electrólisis del agua, a través de energía eléctrica renovable, para dar lugar al e-metanol verde, un producto neutro en emisiones de CO2, no contaminante del agua y que se mantiene en estado líquido a temperatura ambiente.