Dentro del proyecto PhenoField, financiado por la Unión Europea
La investigación relacionada con el maíz, liderada en Francia por el instituto agrario Arvalis, se enriquece con el proyecto PhenoField que, entre otros objetivos, busca obtener nuevas variedades resistentes al estrés hídrico, testadas en campos de ensayo con las más modernas técnicas digitales. Dichos campos de ensayo están situados en la estación experimental de Arvalis en Ouzouer-le-Marché, a unos 200 kilómetros al sur de París.
La web PhenoField ayudará a los investigadores a comprender los procesos internos y externos cuando las plantas tienen que hacer frente a un déficit de agua y, entre otras cosas, intentará conocer cuáles son las causas de las diferencias de tolerancia entre variedades.
La estación de ensayo está equipada con ocho invernaderos móviles, a modo de ‘paraguas rodantes’, que cubren un total de 5.000 m², y permiten proteger automáticamente los experimentos de la lluvia y, por lo tanto, controlar los períodos e intensidades de los déficits de agua aplicados a las parcelas de prueba.
Se pueden testar cada año hasta 500 microparcelas de maíz, trigo y otras especies de cultivos, obteniendo datos muy precisos gracias a un conjunto de sensores que realizarán mediciones físicas continuas sobre el crecimiento y desarrollo de las plantas. Gracias a este equipo, la plataforma permitirá adquirir millones de datos para identificar los genes que contribuyen a la tolerancia a la sequía en maíz y trigo. Es un proceso que los investigadores denominan ‘fenotipado de alto rendimiento‘ y que centrará sus primeros ensayos en el maíz.
Las disciplinas implementadas en esta plataforma son múltiples: agronomía, fisiología, robótica, mediciones físicas, bioinformática y bioestadística y modelización. Aunque complejo en apariencia, el conjunto es el punto fuerte del proyecto y permite aumentar la adquisición de referencias, ahorrar tiempo y aumentar la precisión con mediciones no destructivas. Por eso se habla de banda ancha.
Una respuesta al cambio climático
El cambio climático requiere medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los efectos del calentamiento y los déficits hídricos en determinados momentos comienzan a observarse en los cultivos y las tendencias están motivando estudios como PhenoField sobre su adaptación.
Varios institutos franceses -como Arvalis, CETIOM e INRA- y autoridades públicas europeas y francesas consideran que la investigación en genética es una herramienta necesaria y están invirtiendo en programas y equipos de investigación innovadores. Así, el proyecto Phenome es una de las futuras inversiones apoyadas por la Comisión General de Inversiones. Este proyecto colectivo tiene como objetivo crear una red de infraestructuras de fenotipado y desarrollar métodos de adquisición y procesamiento de datos de alta velocidad. Proporciona a la investigación pública y privada herramientas para la caracterización precisa del crecimiento de las plantas a nivel del gen, la célula, la planta en maceta y los campos cultivados en diferentes escenarios climáticos. PhenoField es una de las nueve infraestructuras de la red Phenome. La originalidad de este dispositivo radica en su capacidad de medir con precisión, con un alto rendimiento, a escala de campo.