Esta decisión se toma para poder adoptar medidas normativas y otras de apoyo al sector agrario y en el día en el que las organizaciones agrarias salían a la calle para pedir ayudas urgentes
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, el mismo día que las organizaciones agrarias protestaban por no haber establecido ninguna ayuda por la grave sequía en el campo de la región, ha declarado la situación excepcional para la campaña agrícola 2022-2023 en todo el territorio de Castilla y León, debido a los efectos adversos sufridos por las explotaciones agrarias de la Comunidad, tras las extremas condiciones climáticas de los últimos meses.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural determinará el alcance de las obligaciones y los criterios de admisibilidad de actuaciones de la propia Consejería y de las ayudas de la Política Agrícola Común, tanto con cargo al FEAGA como al FEADER, equiparando esta situación a las de ‘fuerza mayor o circunstancias excepcionales’.
Además, desde la Junta de Castilla y León se acuerda declarar la urgencia para la adopción de medidas de apoyo al sector agrario, dirigidas a las explotaciones agrarias, con el fin de intentar paliar los efectos negativos de la sequía y de las consecuencias derivadas de la guerra en Ucrania.
Las medidas que se adopten podrán ser de diferente naturaleza y, entre otras, se incluirán las destinadas a la bonificación total o parcial de intereses de los préstamos financieros y las destinadas a complementar las cantidades percibidas en concepto de indemnización por siniestros de sequía de seguros agrarios.