“Creo que en la provincia de León se sembrarán 80.000 hectáreas esta campaña”

Entrevista a José Antonio Turrado, secretario general de Asaja Castilla y León

Con las siembras de maíz ya generalizadas en la provincia de León, en una campaña marcada por la sequía y la guerra en Ucrania y por el Real Decreto que restringe la fertilización, TODOMAIZ entrevista al secretario general de Asaja Castilla y León, histórico referente del sindicalismo agrario en la región y en la principal provincia maicera de España, como es León.

¿Cómo se presenta esta campaña de riego, especialmente, en León, la provincia que más superficie de maíz siembra en España?

Bueno, pues respecto a León, en principio no íbamos a tener problemas. No tenemos los pantanos a rebosar pero, bueno, en principio había una un volumen de agua embalsada suficiente; incluso en un pantano pequeño, como es el de Villameca en Astorga, que casi todos los años tiene muchas restricciones, este año está lleno. Por tanto, la campaña se iniciaba con una cierta normalidad. El problema que estamos viendo es que está falta de lluvias al principio de primavera, en un momento crítico para los cultivos como es la nascencia, no hay humedad, no hay tempero para que nazcan los cultivos de primavera y, allí donde se puede, hay que empezar a regar para que nazca. Eso quiere decir que vamos a gastar más agua por hectárea de cultivo de la que inicialmente estaba prevista y, si gastamos más ahora, a lo mejor después no podemos rematar bien el ciclo si viene un verano caluroso; a lo mejor no podemos rematar bien el último riego y eso puede hacer que se reduzcan las cosechas, fundamentalmente en el cultivo del maíz, que es el que abarca la inmensa mayoría de la superficie de regadío de cultivos de primavera. Por lo tanto, estamos más preocupados porque empezamos a gastar antes, que por el hecho de que no hubiera agua en los pantanos, al menos en el caso de León.

-¿Qué superficie se prevé sembrar de maíz en la provincia de León?

Yo creo que en la provincia de León se sembrarán 80.000 hectáreas esta campaña, un poco más que el año pasado, porque sigue siendo un cultivo muy atractivo para los agricultores, a pesar de que han bajado los precios. Y, además, el maíz se va a ver beneficiado un año más por las normas excepcionales que se aprobaron por la guerra de Ucrania, de forma que no se apliquen algunos aspectos de la condicionalidad reforzada, como el tener que dejar el barbecho o tener que rotar. Muchos agricultores van a beneficiarse de esa prerrogativa aunque, independientemente de que lo no se haga este año, habrá que hacerlo al siguiente. Lo cierto es que nosotros entendemos que se va a sembrar más maíz que el año pasado.

-¿En otras zonas de Castilla y León habrá más restricciones de agua?

En las zonas donde se riega con sondeo en Castilla y León, aunque la electricidad y el gasóleo no están a los precios que estaban el año pasado, siguen estando caros y, por lo tanto, hay que hacer bien las cuentas para sembrar un cultivo como el maíz. Pero bueno, tenemos otras zonas productoras, como en toda la vega de Saldaña en Palencia y, sobre todo, los nuevos regadíos en la zona de la Armuña en Salamanca, donde yo creo que se va a seguir una tendencia al alza parecida a la que se sigue en León. Por el contrario, la vega del Duero de Toro también tiene restricciones de agua y ahí no se va a poder sembrar con la alegría que se creía.

Siembra de maíz en la vega de Saldaña.
-¿Qué previsiones de superficie hay en Palencia y en Salamanca?

Hay que tirar de las previsiones del año anterior y hacer una corrección, porque hasta que no se hace la declaración de la PAC, no hay superficies fiables. Nadie tiene ese dato hasta que se cierre la campaña de la PAC que, por cierto, este año se va a acabar muy tarde; antes de los primeros días de junio, no va a haber una estadística fiable de la superficie que tenemos de ningún cultivo y, particularmente, de maíz.

“Una de las grandes preocupaciones de los productores de maíz es todo lo que tiene que ver con el Real Decreto que regula la fertilización (…) Las restricciones que se van a poner en el abonado y, particularmente, en el abonado nitrogenado, yo creo que son incompatibles con obtener grandes producciones de maíz

-Aparte del agua, ¿los productores de maíz tienen alguna preocupación seria esta campaña? ¿Preocupa la tramitación de la PAC que se presenta este año un poco más complicada?

Bueno, lo de la tramitación de la PAC lo resolveremos entre los agricultores y los técnicos de Asaja. Yo creo que una de las grandes preocupaciones de los productores de maíz es todo lo que tiene que ver con el Real Decreto que regula la fertilización. Este cultivo es atractivo porque cada año se consiguen mejores producciones, y se ha visto que esto no tiene un techo. Hoy hablar en la provincia de León de producciones de 15 a 18.000 kilos por hectárea es algo ya bastante normal. Ese es el atractivo de este cultivo, pero para producir eso, hay que hacer bien todas las labores agronómicas, hay que tener buena genética en las semillas -que de eso se encarga las empresas que lo venden-, hay que tener agua para regar y hay que fertilizar y lo que no quiere la administración es que abonemos. Las restricciones que se van a poner en el abonado y, particularmente, en el abonado nitrogenado, yo creo que son incompatibles con obtener grandes producciones de maíz y, por tanto, yo entiendo que este va a ser el mayor problema al que se van a enfrentar los productores de maíz de hacer rentable sus explotaciones; es decir, las restricciones que van a venir, tanto en agua como en abonado, pero particularmente en abonado.

-¿Considera que la agricultura de precisión puede echar una mano en la mejora de producción?

Sí, no vamos a ir en contra de esos avances que sin ninguna duda todo lo que aportan es positivo, pero que nadie crea que la agricultura de precisión va a ser la panacea. Y también hay que tener en cuenta que quienes hablan de esas cosas muchas veces son los que tienen las explotaciones más grandes y más profesionales. Está muy bien, pero la realidad agrícola de un territorio como pueda ser León, de una comunidad autónoma o de un país como España, es que hay miles de pequeñas explotaciones familiares, muchas veces muy parceladas, con muchas fincas y es difícil llevar esa tecnología a esas situaciones y a gente que tiene más de 65-70 años de edad. En definitiva, el grueso del cultivo en términos cuantitativos no va a estar a corto plazo en manos de esas explotaciones más elitistas. Por tanto, yo creo que sí, que hay que avanzar en esa tecnología, pero que eso no nos va a solucionar los problemas a corto plazo.

“Tenemos que competir en esos mercados mundiales con países como como Ucrania, como Estados Unidos o Brasil, y lo hacemos con una tecnología inferior, porque en Europa tenemos vetada la tecnología transgénica

-¿Cree que España y Europa compiten con las mejores herramientas en un cultivo como el maíz?

Estamos hablando de un cultivo como el maíz que es un cultivo internacional, que se produce en todo el mundo, se comercializa en todo el mundo, que tiene un libre mercado y que puede ir de aquí para allí de allí para aquí. Se utiliza para alimentación humana, para bio combustibles, etc.  Y no hay que olvidar que nosotros tenemos que competir en esos mercados mundiales con países como como Ucrania, como Estados Unidos o Brasil, y lo hacemos con una tecnología inferior, porque en Europa tenemos vetada la tecnología transgénica. Puede haber defensores y detractores de lo transgénico, pero lo que es evidente es que se consiguen mejores producciones con cultivos transgénicos, y ahí nosotros tenemos que competir con países con los que no estamos en igualdad de condiciones y eso hay que ponerlo siempre de manifiesto.

-¿La edición genómica puede dar una solución a este tema en Europa?

No va a ser tan fácil desarrollarla y, repito, ya hay algo que ya está más que sobradamente probado en muchos países como son las variedades de maíz OGM.

-De cara a la comercialización del maíz, ¿tiene alguna recomendación en un momento tan voluble como el actual?

Bueno, la comercialización del maíz la tenemos todavía peor gestionada que la del resto de cereales, quizás porque se almacena peor o por el momento en el que se cosecha.

Lo digo porque las ventas están más escalonadas con el trigo o la cebada, ya que el agricultor de Castilla y León, o bien entrega el grano en los almacenes a resultas, o bien a través de las cooperativas cerealistas de toda la vida que hay en muchos pueblos, o bien aprovechando sus almacenes -que hay agricultores que tienen una capacidad de almacenamiento importante-. El agricultor profesional rara vez vende cuando cosecha, es decir, normalmente vende dos o tres meses más adelante, o lo reparten dos o tres momentos a lo largo del año. Y, por lo tanto, el riesgo está un poco más diluido. Sin embargo, el agricultor productor de maíz, con carácter general, vende el grano cuando cosecha. Los que cosechan en octubre venden en octubre y los que cosechan en febrero venden en febrero. Es raro el productor de maíz que entrega a la cooperativa y es raro el productor de maíz que tiene su propio secadero, y son pocos lo que entregan el maíz a resultas a un almacenista. Por lo tanto, entiendo que hay más riesgo con el maíz al venderlo todo en el momento puntual de la cosecha. Ese riesgo a veces juega a favor, porque los mercados van a peor y has ganado, pero otras veces es al revés. En definitiva, cuando la renta de un agricultor depende en un 80% del maíz, arriesgarlo todo a una venta tan puntual como es el momento de la cosecha, evidentemente, no es buena receta para comercializar, pero no tengo la solución.

“Cuando la renta de un agricultor depende en un 80% del maíz, arriesgarlo todo a una venta tan puntual como es el momento de la cosecha, evidentemente, no es buena receta para comercializar (…) Yo creo que para una explotación de una persona joven, que sobrepase las 100 hectáreas de maíz -que hay muchos-, es muy interesante tener un pequeño secadero con una nave de 1.000 o 2.000 m2 para secar y almacenar su propio grano y el de algún vecino

-¿Habría que cambiar la mentalidad de los agricultores o de las cooperativas para que almacenen grano puedan vender en otros momentos?

Pero las cooperativas están dónde están y la mayoría no se sitúan en las zonas productoras de maíz. Algunos defendemos el modelo cooperativo, pero solo el que funciona, no solo por ideología; defendemos el que funciona, no el que no funciona. Esa es una solución para el que es cooperativista, que no todo el mundo cree en la cooperativa. No se puede forzar a alguien que no cree en eso. Es una solución para un grupo de agricultores, no para todos. Lo que sí se está implantando mucho, y ahí la Administración puede dar facilidades, son los agricultores que montan su propio secadero de maíz, pensando en su producción y a lo mejor en secar algo más de otros agricultores, pero fundamentalmente en su producción. Yo creo que para una explotación de una persona joven, que sobrepase las 100 hectáreas de maíz -que hay muchos-, es muy interesante tener un pequeño secadero con una nave de 1.000 o 2.000 m2 para secar y almacenar su propio grano y el de algún vecino. Siempre que esa inversión en un secadero no tenga problemas urbanísticos -que a veces nos ha tenido- y den facilidades desde el punto de vista urbanístico en el pueblo y que la Administración te lo incluya dentro de un plan de mejora con las correspondientes ayudas, lo mismo que pueden dar ayudas para comprar un tractor. Un problema de los secaderos es el coste energético, pero bueno, a través de la biomasa o de otras fuentes de calor hay que dar con el sistema que sea más sostenible y que tenga menos costes.

Secadero privado de maíz en Laguna Dalga (León).

Elecciones sindicales y sindicalismo agrario

-Una pincelada sobre las elecciones que recientemente se han celebrado en el campo de Castilla y León. Asaja ha obtenido representación en las nueve provincias, ¿qué valoración hace?

En primer lugar valorar que en Castilla y León haya elecciones con regularidad desde 1997. Esa es una decisión de política agraria que se ha adoptado aquí y que no se ha hecho en casi ningún otro territorio de España. Yo creo que esto es bueno para el mundo asociativo. Es decir, el hecho de que haya elecciones cada cinco años nos obliga a las organizaciones a ser más competitivas entre nosotros y, por lo tanto, a funcionar mejor. Yo creo que hoy el modelo asociativo de Castilla y León es, sin ninguna duda, el mejor de España. Sin ninguna duda, estamos más legitimados que ningún otro territorio de España para lo que es nuestra misión y para lo que es nuestro papel y, en parte, yo creo que se lo debemos a las elecciones.

Lo segundo, con la victoria en las recientes elecciones nosotros en Asaja hemos demostrado una regularidad, que quiere decir que es ir a mejor en el conjunto de Castilla y León y en casi todas las provincias. Regularidad es el ser y el estar en todas las provincias de la región. Y de eso no puede presumir nadie más que nosotros, es decir, de ser representativos en todas las provincias, de sacar más de un 20% de los votos en todas las provincias de Castilla y León. No es lo mismo tener 15.000 asociados entre dos provincias, que tener 15.000 asociados entre nueve provincias y para nosotros es muy importante, porque Asaja tiene que estar en todos territorios en todos los territorios, en todas las Comunidades Autónomas, en todas las provincias y es en todas las comarcas. Asaja tiene que hacer un esfuerzo por estar donde no están los demás; en las zonas más marginales, en las zonas más periféricas, en los pueblos que están alejados 120 kilómetros de la ciudad y donde solo quedan dos ganaderos, ahí Asaja tiene que dar respuesta porque somos la organización mayoritaria, aunque económicamente no sea viable. No te vas a llevar a lo mejor ninguna alegría, pero es una obligación.

“El modelo asociativo de Castilla y León es, sin ninguna duda, el mejor de España (…) Las organizaciones agrarias tenemos una doble vertiente, la reivindicativa y la de dar servicios. Yo personalmente, creo que la reivindicativa es la más importante, pero también creo que la que más valoran los socios es la de los servicios”

-¿Cuál es el papel de las organizaciones agrarias hoy?

Las organizaciones agrarias tenemos una doble vertiente, la reivindicativa y la de dar servicios. Yo personalmente, creo que la reivindicativa es la más importante, pero también creo que la que más valoran los socios es la de los servicios; entonces, hay que compaginar entre lo que uno cree que es lo más importante y lo que los socios creen que es más importante, y si podemos atender las dos, porque creo que son compatibles y no chocan, pues mejor. Hay que atender las dos vertientes, una porque es la esencia de la organización y, la otra, porque es lo que se nos pide.

COMPARTE ESTA NOTICIA

las últimas noticias del maíz

Suscríbete gratis a nuestra newsletter y no te pierdas la mejor información sobre maíz.