Según AsajaCyL, en dos años, el fertilizante ha subido el 91,8% y la cotización del maíz ha caído el 18,7%
El alto coste del abono y la caída del precio del maíz comprometen su rentabilidad ya que, según AsajaCyL, en dos años el fertilizante ha subido el 91,8% y la cotización del maíz ha caído el 18,7%.
Para la organización agraria, el gran problema al que se enfrentan los productores de maíz es la caída de la rentabilidad de este cultivo. Tomando como referencia el año 2021, el previo a la guerra en Ucrania, los agricultores vendieron el maíz a 277 euros/tonelada (Lonja de León en noviembre 2021), mientras que en la actualidad está a 225 euros/tonelada (Lonja de León de 22 de noviembre). Por lo tanto, la caída de las cotizaciones es de 52 euros/tonelada, el 18,7%. Este menor precio le supone al productor perder una media de 676 euros/hectárea.
Subida de los fertilizantes
En la campaña del año 2021, en mayo, los abonos nitrogenados (26%N) costaron 263 euros/tonelada (Tm) y en marzo los abonos complejos (15-15-15) 351 euros/Tm; mientras, en la campaña actual, en los mismos meses, los precios han sido 466 y 712 euros/Tm, respectivamente, según información del Ministerio de Agricultura (MAPA), disponible en su web.
El incremento del precio de los abonos ha sido del 77% en el caso de los nitrogenados y del 102,8% en los abonos complejos de sementera. Con una dosis de abonado de 900 kilos/hectárea de cada uno, habitual en la provincia de León, según Asaja, los agricultores han gastado 183 euros más por hectárea en el abonado nitrogenado y 325 euros más por hectárea en el abonado de fondo de sementera, por lo tanto, un total de 508 euros más por cada hectárea cultivada.
Pérdidas
Con estos datos, la organización agraria calcula que, teniendo en cuenta los factores de las ventas y del abonado, el productor de maíz leonés ha perdido 676 euros por menor facturación y 508 euros por mayor coste de abonado; es decir, un total de 1.184 euros por cada hectárea que ha cultivado,.
Los cálculos realizados por Asaja en León, suman pérdidas de 80 millones de euros en el conjunto de la provincia. En este contexto, la organización afirma que la mayoría de los agricultores están produciendo a pérdidas. Ni tan siquiera con las ayudas de la PAC se sale de los número rojos -añaden-, si se tienen en cuenta las amortizaciones, la renta de la tierra y la remuneración del trabajo del agricultor.
Hay que tener en cuenta que, además, también ha subido el gasóleo agrícola, la electricidad empleada en el riego, los herbicidas, las semillas certificadas, los repuestos y la reparación de la maquinaria, los trabajos contratados a terceros (cosechar y secar), el precio de la tierra y, por supuesto, todas las inversiones.
En este contexto, Asaja pide a las administraciones agrarias que revisen sus tratados de comercio internacional, incluida Ucrania, que eliminen los aranceles a la importación de abonos minerales, que se autoricen los cultivos transgénicos y que se eliminen las normas de la PAC que llevan a producir menos a mayor coste (rotación, diversificación y barbecho).
Campaña de recolección en León
Tras un mes de lluvias en la provincia leonesa -la más maicera de España-, se ha reanudado la plena campaña de recolección del maíz con una producciones medias razonables. La Comisión Provincial de Estadística de León ha fijado la producción media provincial en 13.000 kilos por hectárea.
En la provincia de León se han cultivado un total de 67.500 hectáreas de maíz para grano, con una producción estimada total de 884.455 toneladas. Según Asaja, no es el record de producción de la provincia -que ha llegado a superar el millón de toneladas-, debido a que se han reducido las siembras por la obligación que impone la nueva PAC de dejar barbecho, rotar parcelas y diversificar cultivos.