COPA – COGECA lamenta el rechazo a todas las enmiendas de mitigación
COPA – COGECA lamentan profundamente el resultado de la votación sobre el proyecto de informe de la eurodiputada Inese Vaidere (PPE, Letonia) relativo a la modificación -a la baja- de los derechos de aduana sobre determinadas importaciones procedentes de Rusia y Bielorrusia, empezando por los fertilizantes.
La introducción de medidas de defensa comercial sin tener en cuenta planes alternativos y sin considerar sus consecuencias para el sector agrícola puede tener efectos devastadores.
Aunque reconocen la clara lógica política que subyace a la propuesta de la Comisión Europea, COPA – COGECA critican enérgicamente la falta de enmiendas al texto original y la ausencia de cualquier petición de una evaluación de impacto adecuada.
Existen soluciones atenuantes
Como ha destacado la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, existían soluciones atenuantes y propuestas de fuentes alternativas. La decisión de ignorarlas es especialmente alarmante, dadas las graves consecuencias económicas para los agricultores y las cooperativas agrícolas europeos.
El aumento propuesto de los aranceles sobre los fertilizantes, aunque en consonancia con las sanciones geopolíticas más amplias, puede aumentar considerablemente los costes de producción en un momento en que los fertilizantes ya representan uno de los gastos más importantes para los agricultores.
Sin acceso a fertilizantes asequibles, los agricultores se enfrentan a una disminución de la competitividad, a la caída de los ingresos y a posibles perturbaciones que afecten a la seguridad alimentaria de la UE.
COPA – COGECA instan urgentemente a los diputados al Parlamento Europeo a que reconsideren la propuesta durante la próxima sesión plenaria de los días 21 y 22 de mayo. No se puede esperar que el sector agrícola soporte el peso de las decisiones de política exterior sin medidas de mitigación adecuadas y un análisis de impacto exhaustivo.
Reafirmamos nuestro apoyo al compromiso de la UE de hacer frente a los retos geopolíticos. Sin embargo, los agricultores europeos no deben convertirse en daños colaterales.
