En una campaña marcada por la escasez de precipitaciones durante el final del invierno y durante la primavera
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha mantenido dos reuniones con los regantes de los sistemas Pisuerga-Bajo Duero y Carrión para analizar el inicio de la campaña de riego, en su objetivo de mantener un contacto permanente con los usuarios del agua, en una temporada marcada por la escasez de precipitaciones durante los últimos meses del final del invierno y de la primavera.
Esta situación de escasas precipitaciones es común al conjunto del país, donde entre los días 1 y 17 del mes de abril, en más de la mitad de España no cayó ni una sola gota, según datos de la AEMET. En conjunto, se registraron 5 l/m2, valor que solo representa el 15% del promedio normal de esos primeros diecisiete días de abril. En el caso de la cuenca del Duero, la primavera también está siendo especialmente seca.
En el sistema Pisuerga-Bajo Duero, esta situación se encadena con un inicio de año hidrológico que supuso el cuarto peor arranque de los últimos 25 años para los embalses de Requejada, Cervera-Ruesga y Aguilar (12,0% de reservas), y posteriormente con una primera mitad de año hidrológico seca (1 de octubre de 2022 a 31 de marzo de 2023) en la que las aportaciones a esos embalses han sido un 20% inferiores a las habituales. Durante el mes de marzo se registraron aportaciones de 33,3 hm3, frente a los 46,3 registrados de media entre 1990 y 2022. Hasta el 21 de abril, esta situación se ha visto agravada, con una aportación de 7,2 hm3, frente a los 38,3 de la media de los últimos 32 años.
Por su parte, en el sistema Carrión las aportaciones a los embalses en marzo de este año hidrológico han sido de 34,6 hm3, frente a los 37,7 hm3 registrados de media entre 1990 y 2022. Respecto al mes de abril (hasta el día 21), este año se han contabilizado aportaciones de 7,9 hm3, frente a los 36,8 de media en los últimos 32 años.
Restricciones en ambos sistemas, a la espera de revisión en mayo
Este escenario ha supuesto que, en el caso del sistema Pisuerga-Bajo Duero, con declaración de situación excepcional por sequía extraordinaria, la Junta de Gobierno de la CHD aprobara el pasado 11 de abril restricciones para el uso racional de agua en el mismo, limitando a una dotación máxima de 3.500 metros cúbicos por hectárea. Esta medida, por primera vez, afecta tanto a los regadíos que se abastecen a través de los canales del Estado, como al resto de tomas de riego, es decir, a la totalidad de las hectáreas de regadío del sistema.
En el caso del Carrión, la dotación máxima determinada a partir del volumen de embalse mínimo a disponer a final de año hidrológico es de 4.500 metros cúbicos por hectárea.
En este contexto, tanto los acuerdos de las Juntas de Explotación como las medidas aprobadas por la CHD para los sistemas de la cuenca durante la actual campaña de riego podrán ser revisadas en las próximas semanas en función de la evolución de la primavera. El desarrollo meteorológico que pueda mostrar el mes de mayo será determinante para el desarrollo de la campaña de 2023, no solo en estos dos sistemas de explotación, sino que también en todos los demás.
El carácter seco y caluroso de las primeras semanas de la campaña de riego ha provocado que todos los sistemas de explotación de la cuenca hayan comenzado el descenso en sus reservas. En concreto, en la última semana las reservas han disminuido en 40 hm3 en el conjunto de embalses de titularidad estatal gestionados por la CHD. Destacan los 9 hm3 de descenso en el sistema Esla (Riaño) o los 8,3 hm3 de descenso en el sistema Carrión.
Actualmente el nivel de reservas global en los embalses de titularidad estatal gestionados por la CHD en la cuenca del Duero se sitúa en el 74,9 % (2.141,8 hm3), lo que supone ya diez puntos por debajo de la media. Es reseñable indicar que el valor máximo de reservas en la cuenca se alcanzó a principios del mes de abril, cuando lo habitual es que este se sitúe en el entorno del final del mes de mayo.
En este contexto, unas precipitaciones de importancia en el mes de mayo serían fundamentales para que la campaña de riego pudiera desarrollarse con mayores garantías en todos los sistemas de explotación. Es necesario, además, recordar que tanto la normativa general como el Plan Hidrológico de cuenca sitúan al abastecimiento de la población como el uso con preferencia absoluta sobre todos los demás.