Según el análisis de Alberto de la Riva, ingeniero agrónomo
Según el informe de la UE, analizado por el agrónomo Alberto de la Riva, con las proyecciones a corto plazo de los mercados agrícolas de otoño 2024, se ve una recuperación hacia la estabilidad de los mismos, a pesar de la incertidumbre del clima.
Se espera que la economía de la UE regrese a niveles de crecimiento del PIB y de inflación previos a la pandemia de la COVID-19, con una mejora en la demanda de productos agroalimentarios en la mayoría de los sectores.
El mercado de fertilizantes está comenzando a estabilizarse con precios ligeramente en descenso, aunque siguen estando significativamente más altos que los niveles observados antes de la crisis provocada por la invasión de Ucrania. Los precios de nitrógeno son un 46% más altos, los de potasio un 23% y los de los fosfatos un 77%.
Cereales
La producción de cereales en la UE se espera que sea la más baja en la última década (261 MTm, un 7% menos que la media de los últimos 5 años), debido a las malas condiciones climáticas. Se prevé que la producción de trigo blando y maíz sea la más afectada, mientras que la producción de avena, cebada y trigo duro aumentará.
Las zonas productoras de cereales en la UE han sido afectadas por condiciones climáticas adversas -con exceso de lluvia en el noroeste de Europa y sequías en el sureste y regiones mediterráneas- y una reducción de la superficie cultivada.
Con los precios de los cereales más bajos y cosechas más reducidas debido a eventos climáticos extremos, la asequibilidad (relación entre los precios de los fertilizantes y de los cereales) sigue siendo un desafío para los agricultores, lo que podría llevar a una disminución en el uso de fosfato y potasio en 2025, tras una breve recuperación en 2024.
Oleaginosas
La producción de oleaginosas en la UE para 2024/25 se estima en 29,7 MTm (-8% interanual). Se debe a la disminución de la superficie cultivada de colza y a condiciones climáticas adversas que han afectado a la producción de girasol. En cambio, se espera que la producción de soja aumente en un 11% interanual, impulsada por un incremento en la superficie cultivada. Todo ello podría afectar a la disponibilidad y a los precios en el mercado, así como a las decisiones de los agricultores sobre qué cultivos sembrar en el futuro.
Inflación de alimentos e insumos
La inflación de alimentos ha vuelto a tasas moderadas, aunque los precios de ciertos productos, como el aceite de oliva, el azúcar y algunas hortícolas, siguen siendo significativamente más altos que antes de la pandemia.
Los costes de los insumos han disminuido gradualmente desde sus picos en 2022 y, aunque se prevé un aumento moderado en los precios de la energía, no debería impactar significativamente los costes energéticos para los agricultores.
Se prevé que los precios del petróleo se mantengan estables (alrededor de 80 $/barril) en 2025, debido a la intención de los países de la OPEP+ de reducir aún más la producción por una menor demanda, mientras que los precios del gas natural podrían aumentar.
