El recorte energético puede alcanzar el 20% con el agua a menor presión, mejorar la homogeneidad del riego y reducir las averías
Los nuevos sistemas de riego de baja presión logran reducir hasta un 20% el gasto energético y un aumento de la producción de más de un 15%, además de un importante recorte en el uso del agua para el agricultor, según se concluye de las ponencias de la ‘Jornada Técnica sobre Riego a Baja Presión’.
El encuentro estuvo organizado, esta semana en Santibáñez de la Isla (León), por el Sindicato Central del Embalse de Barrios de Luna y la Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero (FERDUERO).

SEIASA
En la intervención de Rodrigo Gutiérrez, jefe de Obras, Explotación y Proyectos de SEIASA en Valladolid, aseguró que el sistema de baja presión reduce la factura energética para las comunidades de regantes.
Por otra parte, desde el punto de vista de la administración, Gutiérrez dijo que la baja presión consigue aumentar la vida útil de las infraestructuras puesto que, con menor presión y con caudales inferiores, las canalizaciones sufren menos, y también se reducen las averías en parcela.
Finalmente, el técnico de SEIASA planteó una opción de futuro en la que se podría proyectar una modernización con este tipo de riego en el conjunto de la Comunidad de Regantes.
Proyecto REBAPRES
Por su parte, el subdirector de Infraestructuras Agrarias del ITACYL, Miguel Ángel García Turienzo, expuso que desde hace años se viene trabajando en la reducción de costes de energía en zonas modernizadas.
García Turienzo informó de que el plan de eficiencia del sector de la Junta de Castilla y León ha incluido los riegos en baja presión (Proyecto REBAPRES).
Con este proyecto se “consigue reducir el coste energético para hacer más rentables las explotaciones y ofrecen producciones muy superiores”, ya que este tipo de sistemas requieren estaciones de bombeo más pequeñas y redes de distribución de menores dimensiones, lo que reduce la inversión final en la ejecución de infraestructuras de riego modernizado.

Regantes
El presidente del Sindicato Central del Embalse de Barrios de Luna, Julio César Carnero, aseguró que estos sistemas suponen “un ahorro de energía que viene muy bien para afrontar los elevados costes de producción que tenemos”, y aunque requiere adaptar las estructuras de las parcelas, es “un pequeño coste añadido para obtener un beneficio mucho mayor”.
Por su parte Eloy Bailez, presidente de FERDUERO, manifestó que los riegos por aspersión son la segunda revolución de la agricultura junto a la reconcentración parcelaria.
Según Bailez, la baja presión “supondrá un antes y un después en el desarrollo de las zonas regables, pero no sabemos hasta dónde nos llevarán las nuevas tecnologías, como es el uso de los sensores de humedad, análisis del desarrollo vegetativo de la planta con imágenes satelitales, mapeo de las parcelas, fertirrigación y aplicación de fitosanitarios a través del riego, etc. Las posibilidades son inmensas y esta es la punta de lanza”.
Además, adelantó que FERDUERO propondrá a la Junta de Castilla y León el desarrollo de un programa informático que integre todos estos aspectos tecnológicos.